15 de octubre de 2013

Acueducto de Barcino

La colonia Iulia Augusta Faventia Paterna Barcino, ubicada en el Monts Taber, se abastecía de agua corriente desde que fue fundada por el Emperador Augusto en el año 10 A.C.
Dos acueductos conducían las aguas hasta la ciudad de Barcino. Uno traía el agua desde las fuentes del Besós, en la zona de Montcada, y el segundo de Collserola. Con este agua se daba servicio a las termas, a las fuentes públicas, artesanos, a diversos servicios y a algunas casas.
La mayor parte del recorrido de la canalización del agua era subterráneo, pero en las inmediaciones de la ciudad fueron monumentalizados con una serie de arcos, algunos de los cuales se pueden ver la actualidad. Ambos acueductos se unían frente a la puerta decumana.
Gracias a la reconstrucción de una arcada del acueducto realizada en 1958 sobre el basamento original, siguiendo el proyecto de J. de C. Serra-Ràfols y Adolf Florensa, nos podemos hacer una idea de las dimensiones de los dos acueductos a su llegada a la muralla.


Si visitamos la casa de l'Ardiaca (es gratis), podemos apreciar la cara interior de la muralla, así como una sección completa de los dos cueductos.



Después del derribo de un edificio de la Calle Duran i Bas aparecieron cuatro arcos del acueducto que venía de Montcada y que se había conservado como pared medianera de las fincas núm. 12 y 14.




16 de abril de 2013

Núvol i cadira

Antes de llegar a la Fundació Antoni Tàpies, en sus orígenes Editorial Montaner y Simon, encontramos una de las obras más conocidas de Antoni Tàpies, quizás la más visible, quizás la más criticada.
Una nube metálica formada por tubos de aluminio anodizado y tela metálica de acero inoxidable situada sobre los bustos de Dante, Cervantes y Shakespeare (origen literario del edificio) nos informa del carácter del edificio que sobrevuela, además de convertirse en si misma en un punto de referencia turístico.

Dicha nube, coronada por una silla (núvol i cadira, 1990), además de ser un aperitivo de lo que podemos encontrar en el interior de la fundació, resuelve un problema de diferencia de altura entre los edificios vecinos y la propia fundació. 

Antoni Tapies, con la colaboración técnica de Pere Casanovas, consigue realzar un edificio que había quedado encorsetado entre dos medianeras. 

La nube consigue dar mayor entidad al edificio, hace desvanecer las dos medianeras y en consecuencia desaparece la diferencia de alturas que hay entre los tres edificios.


¿Quieres saber más?
"La Vanguardia" Domingo, 2 Noviembre 1986
Artículo de Lluis Permanyer
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